Formación y estructura de la obra, en comparación con la que posee mar, idas y venidas
La formación de una obra es de carácter meramente íntimo, por el cual no voy a dar detalles de los cuales se deben estructurar una obra, ya que en cuanto se genera una estructura rígida muchas veces se pierde individualidad. Sin embargo, voy a comentar algunos “tips” acorde a mi experiencia como músico y profesor de música que he tenido a lo largo de estos años.
Lo más importante es que debe ser una experiencia equilibrada, es importante tener en cuenta que si no se desarrolla un equilibrio generara un patrón de pensamiento no satisfactorio, en el caso de ser un estímulo totalmente positivo se generara sensación de poco, pero el ser humano también suele acostumbrarse a lo bueno o cómodo por lo que a su vez generara mayor rechazo lo incomodo, esto se puede utilizar a favor o en contra , es decir: muchas veces se suelen escuchar frases como “en esa banda suenan todos los temas igual” “ siempre lo mismo” “viví una experiencia única” lo cual genera cierta especie de presión en los músicos ya que siempre el ser humano desea más, recomiendo no entrar en ese juego mental, sino presentar las obras de forma equilibrada mediante diversas técnicas instrumentales que narrare más adelante en los siguientes capítulos.
En caso de desarrollar un estímulo puramente negativo generara en el oyente una conducta de rechazo, no porque el estímulo sea negativo en sí mismo, en la música no hay buenos y malos, sino porque resultaran frases como “no me gusto”, “es demasiado raro”, “no aguanto esa música” etc.
Está de más aclarar que este último punto también es clave en la estructuración de una experiencia, ya que se debe tratar que sea lo más “neutral” posible, sin embargo, generar ambivalencias en quien experimenta la obra ya sea a nivel interprete u oyente.
Se debe tratar de romper con esa barrera que existe entre la persona que se encuentra de un lado y del otro del escenario, de hecho, muy buenas experiencias surgen mediante la participación colectiva. Es claro que en el caso de un pianista que va a dar una obra de concierto y demás no va a pedir que venga una persona a tocar el piano con el que no posee conocimientos, sin embargo, este terreno se puede explorar mediante la improvisación, y si quiere ser más arriesgado mediante la improvisación colectiva. Un ejemplo de esto sería repartir instrumentos que estén afinados todos en la escala pentatónica (sea cual sea) por lo que se puede lograr un conjunto instrumental con gente que no conoce los instrumentos.
Lograr ese grado de libertad en el ejecutante y en el oyente no es fácil, por lo cual requiere de una buena preparación a nivel desarrollo coordinado. No por eso estoy diciendo que se deba realizar ensayos previos ya que, si no, no sería una improvisación, sino que muchas veces se establece una barrera imaginaria en el escenario. Ya sea con una simple mirada, un simple gesto de mirar persona por persona mientras se ejecuta, preguntar cómo se sienten al oírlo, y apelar a los sentimientos automáticamente abre “puertas” en el oyente que le impide establecer en el momento un juicio crítico hacia la experiencia, cabe destacar que si fuera de ese modo y la experiencia no “gustase” ¿tampoco estaría mal verdad?