La música como forma de introspección y autoconocimiento
Todo lo tratado en el libro nos lleva al último punto aquí mencionado. La música a lo largo de nuestras vidas, nos va a permitir adentrarnos cada vez más en un sinfín de emociones, y a medida que más nos conozcamos, hasta el punto de la despersonalización al ejecutar una obra, (ser el instrumento, del instrumento físico, por el cual canalizamos música, ver capítulos anteriores) más conoceremos también, al público que nos rodea, a las personas que nos rodea. He tenido un profesor que se daba cuenta como era mi ánimo, o que había sucedido en la semana, acorde a mi interpretación, lo mismo me sucede a mí con mis alumnos. La música es la radiografía del alma, por ende, es una pantalla por donde se pueden apreciar las características físicas, emocionales, espirituales, ideológicas, y personales. Es una herramienta transmisora y frente a los estímulos, existen diversos tipos de respuestas, sin embargo, el truco aquí es el siguiente:
"Cuando se deja de ser partícipe de la obra, sin embargo, se interpreta, se está canalizando algo más importante que la propia individualidad para pasar a ser, transmisión de algo sublime".