Cuestiones físicas acerca de la música
La música es vibración, ésta puede ser más consonante o disonante al entorno en el cual se realiza, al ejecutante o a la característica cultural del oyente. Esta vibración produce procesos fisiológicos tales como relajación, tensión, aburrimiento, diversión e induce a generar cierto tipo de conductas, las cuales modificarán ciertos aspectos que se poseían antes de realizarse la experiencia.
Esta vibración es un estímulo tanto en el ejecutante como en el oyente, inclusive en el ambiente donde se desarrollará. Está demostrado ampliamente que la vibración produce un sonido audible o no al ser humano y también que produce una modificación en el campo donde se esparce como toda vibración.
Por todo lo anterior mencionado cabe destacar que inclusive hasta puede generar mareos en el oyente (no necesariamente negativos, sino mas bien, como representación de paisajes sonoros), trances (como sucede en pueblos de África) o hasta malestar físico.
De todo esto, se debe ser consciente al interpretar, componer, o ejecutar una obra, inclusive al escucharla, en un comienzo utilizando nuestro propio cuerpo como laboratorio.
Hay obras que inspiraran temor, somnolencia, auto-indagación, algo que es comúnmente denominado paisaje sonoro.
Existe una diferencia muy sutil y no por eso menos amplia entre lo que es una obra ejecutada de manera sistemática lo que se le suele llamar “tipo computadora” (justamente por la carencia del sentimiento) o una obra que realmente expresa un sentimiento.
Obviamente que cuando hablamos de música y sentimiento ya estamos entrando en un aspecto que varía acorde la persona, sin embargo, a lo largo de la historia se demuestran ciertas figuras o íconos dentro de la música (diferentes para cada persona) que generan un cambio de estado y un proceso en el cual hablaremos en este libro.