Las diferencias entre la música, respetando o no, los patrones establecidos
Este capítulo lo escribo expresamente para mencionar que existe una ilusión de dos caminos musicales, por un lado, el camino de lo correcto y por el otro el camino de lo creativo. Esto no es así.
Cuando el intérprete se encuentra frente a una obra constantemente surge la necesidad de preguntarse y repreguntarse ¿La hago como lo siento o como me dicen que tengo que hacerlo?
Respondiendo a esta pregunta, elije por optar por uno de los dos caminos, el patrón establecido o la creatividad. En donde yo estudie el profesorado un año directamente se prohibió utilizar toda partitura que no sea "urtext" (original sin dinámicas de volumen agregadas por la editorial o arreglista), para fomentar la creatividad. Esto no es del todo correcto, ya que también es importante y se pueden obtener amplias herramientas respetando los patrones. Por lo que la pregunta sería la siguiente:
¿En qué puedo yo interpretar la obra e interpretarla de forma tal que no sea contrario a la transmisión del autor mediante la misma?
No existe jerarquía en este punto, me he visto bajo tutela de docentes que modificaban toda la obra acorde a lo que sentía que transmitía el autor, inclusive cambiando velocidades, dinámicas de volumen, etc., y educadores musicales que respetaban el patrón establecido mediante la humildad de no creer ser más que el autor.
Ambas posturas son correctas y creo que cada caso u obra esta predestinada a ser interpretada, por ende, justamente, animo al lector a interpretar cada obra por separado con todo lo que la palabra conlleva. En mis clases hay ciertos patrones que se respetan y otros que se cambian, lo mismo invito a incursionar al lector. Es importante, sin embargo, y vuelvo a recalcar la palabra importante, que la obra no sea modificada acorde a nuestro nivel, o lo que podemos hacer con ella, sino a lo que sentimos que nos transmite, que no sea modificada por falta de técnica, sino por amplitud de formas de ejecución y disfrute de las mismas. Es decir, no ejecutar de forma desprolija algo sumamente prolijo y excusarse en que es una reinterpretación por falta de herramientas del interprete y porque no le sale hacerlo de la otra manera.