Disonancias en armonía
Simplemente quiero explicar cómo lograr disonancias y consonancias en armonía. Para esto debemos tener en cuenta lo siguiente:
Las notas que se encuentran a un semitono e inclusive un tono de distancia generan disonancias al tocarlas de forma conjunta, es decir en forma armónica. No así de forma melódica (una luego de la otra). (Un ejemplo de esto sería do y do sostenido o mi y fa).
Al armonizar en un comienzo, cuando todavía no se encuentra adentrado en la música se genera la pregunta ¿Porque lo que toco suena mal? En realidad “sonar mal” es un concepto como lo explicamos en el capítulo anterior. Sin embargo, existe un “tip“ que suelo dar a mis alumnos para que logren el sonido que buscan en un comienzo.
Si nosotros estamos ejecutando una nota, sea cual fuere, por ejemplo, la nota sol, y queremos armonizar con cualquier otra nota se debe tener en cuenta que no sea de grado conjunto, es decir ni un tono ni un semitono de distancia.
Lo importante de esto es que inclusive en las octavas generan cierta disonancia. Si tocamos sol4 y fa5, por más que se encuentren en diferente registro, generaran disonancia de la misma forma.
Simplemente es un dato a tener en cuenta, esto se puede ampliar con acordes completos y con todo grado de armonía en cualquier instrumento.
Por otra parte, esta herramienta, justamente, se puede utilizar de forma correcta para generar disonancias propiamente dichas.
También se pueden generar cierto tipo de “molestias” cuando se utiliza un intervalo de tercera, pero en un registro muy grave en el instrumento, sobretodo en el piano, una tercera en registro totalmente grave “casi” suena disonante. Frente a esta problemática se puede realizar este mismo intervalo, utilizando la tercera nota en un registro más agudo, por ejemplo, las notas sol y si.
Muchas veces al improvisar el ejecutante ya conoce automáticamente que va a generar, si una consonancia, o una disonancia, con las notas que va a realizar, utilizando este patrón.