Dinámicas de volumen
En la música que hoy en día se escucha mundialmente existen pocas dinámicas de volumen. Este, es un proceso natural desde que el laúd evoluciono a la guitarra criolla y eléctrica. Nosotros no estamos acostumbrados a dinámicas de volumen, excepto en la música académica.
Es toda una tarea a desarrollar el dominar las dinámicas de volumen acorde al discurso que estamos presentando, y esto surge desde la grabación instrumental. Existe el famoso “clipping” y realmente se hace bastante complejo el realizar una grabación con amplias dinámicas de volumen, sobre todo si se utilizan instrumentos que poseen poca dinámica de volumen, como la guitarra eléctrica. Esto es un dato muy importante ya que, al grabarse con dinámicas de volumen, por ejemplo, una banda típica de rock, será bastante difícil agregar dinámicas de volumen o utilizarlas. Lo cierto es que, en parte, por esta razón se dejó de utilizar.
En este capítulo reabrimos las puertas a un nuevo horizonte donde deberemos comprender que las dinámicas de volumen son una herramienta más a la hora de ejecutar música. Estas permiten mejorar el discurso y generar cierto énfasis en puntos clave del discurso, así como generar cierto reposo.
Toma años dominar esta técnica y cada obra será completamente diferente a la anterior.
Las dinámicas de volumen, concentradas en un todo, en completa armonía con el discurso, instrumentos, notas, ritmo, etc., generaran una sensación inigualable a la hora de experimentar lo que se está transmitiendo.
Generalmente se suele utilizar dinámicas de volumen como contraste de una sección a otra en la obra. También se pueden utilizar para “tensionar” el ambiente donde se realiza la ejecución.
Realmente es un mundo en sí mismo las dinámicas de volumen, inclusive el “feliz cumpleaños” puede sonar de forma realmente profesional si se utilizan las dinámicas de volumen adecuadas.
Es importante saber que al hablar de aumento de volumen no estamos hablando de aumento de velocidad propiamente dicho, sino simplemente de volumen, y esta cuestión es una de las cosas que más cuesta a la hora de ejecutar el instrumento.
Las características instrumentales, rítmicas, armónicas, y de dinámica de volumen variaran acorde a la obra, ok, pero ¿Cómo logramos saber que dinámicas de volumen debería llevar en un texto “urtext”( palabra de origen alemán, que corresponde a una obra, que no ha sido editada mediante ninguna interpolación de una editorial musical, denotando las intenciones del autor) o cualquier obra que no las posea?
Desde mi humilde percepción acerca de como se puede ejecutar una obra, yo suelo aplicar lo que hemos denominado “el mar”. Es decir, todas las dinámicas de volumen, excepto que exista un punto de destaque del instrumento estarán constantemente variando por frases y semi frases. Al igual que las olas en un mar que crecen y rompen, sube la marea y baja, lo mismo se aplicara en la música.
Se puede lograr como dijimos, un punto de contraste en un comienzo mediante el final de una frase a poco volumen y el comienzo de una frase a alto volumen. Esto está bien, en ciertas ocasiones. Sin embargo, sintonizándose con la experiencia se dará cuenta que se pueden aplicar de innumerables formas dentro de una misma melodía.
Se pueden aplicar como un discurso completo complementándose una con otra. Es decir, que la obra no posea cierto tipo de ruptura al variar su dinámica. Se ejecutará y experimentara la obra como un todo completo, como si la persona se encontrara “navegando” en la música. Pero, ¿Cómo se logra esto?
Las dinámicas de volumen irán fluctuando logrando un todo conjunto, aumentando en las partes de mayor carácter, mayor tensión, y luego relajación. Siempre doy un ejemplo de que se debe, metafóricamente hablando, cachetear al oyente y luego acariciarlo, lo mismo sucede con la música. Se realizarán ascensos y descensos en cada semifrase, y estos podrán ir a aumentando a medida que se acerca una cadencia o un punto “crucial” en el final de la cadencia, o final de frase completo en sí mismo.
Es como si literariamente hablando, fuéramos leyendo un libro y cuando sucede algo crucial enfatizaremos el volumen, justo a punto por ejemplo de morir el personaje, esto generara ansiedad en la persona que lo escucha y generara más atención. Luego de esto, procederemos a contar el desenlace de una forma que relaje toda esa tensión.
Lo mismo se aplica en la música, en puntos de mayor tensión se puede enfatizar el volumen y en puntos de relajación, “relajar” o descender el volumen. Este punto parece muy simple, pero lleva años de dominio para realizarse de forma profesional y con un completo control de lo que se va a realizar.
Debemos asemejar, como ya lo mencioné a la estructura del mar cuando ya se está adentro, hay subidas y bajadas de olas que están previas a gestarse y finalmente cuando nos acercamos a la orilla rompen. Esto no es desconocido en conciertos, por eso se utiliza generalmente un tema bien “up” o un tema muy conocido y que a la gente le guste al final. Tampoco es nuevo, ya desde el barroco o inclusive antes se puede observar como en “Las cuatro estaciones “ de Vivaldi,(quien muchas veces se lo considera “padre del rock”); en la parte completa llamada “verano, se utiliza el primer movimiento con cierta densidad instrumental, y dinámicas de volumen medias, aunque contrastantes, características propias del autor en “Las cuatro estaciones” .El segundo movimiento de forma tranquila con ciertos contrastes y menor densidad instrumental, casi pareciendo un solo de violín, apacigua al oyente. Y finalmente, el tercer movimiento y más conocido, posee la mayor densidad instrumental, es decir que la nota que antes realizaba un solo instrumento ahora casi todo el tiempo toca toda la orquesta, y a mayor velocidad, y termina de una forma culmine, mostrando destreza, volumen, y energía de forma que no procedió en anteriores movimientos de la obra, lo que obliga a la persona a levantarse del asiento, gritar y aplaudir.
Esto no es nuevo, simplemente se redescubrió en los años setenta, que se vendían muchísimos más discos si se colocaba una balada como segundo tema de un disco, triplicando las ventas. He aquí las famosas baladas del rock que todos alguna vez escuchamos. Lo mismo como mencionamos sucede en los conciertos, a los artistas no les sirve tocar el tema que menos le gusta a la gente al final, ya que el ser humano generalmente recuerda el principio y el final, es una forma inconsciente de establecer un discurso, dejar esa sensación de querer más en el oyente, lo mismo sucede con los grandes restaurants y lo mismo sucede en todos los ámbitos profesionales. Lo que se pretende es que esta herramienta se utilice de forma consciente al obrar.
Las personas, así como son condicionadas, también son condicionantes del futuro inmediato, o no, y está bien que así sea.
Finalmente, como último punto vuelvo a remarcar la importancia de llevar, cual el mar, al experimentador, por una innumerable subida, bajada, ida, venida, lindo, feo, bueno malo, paz, nerviosismo, locura y sanidad, de forma correlacionada a través del discurso.
Esto repito, no es nuevo, y no solo es conocido por músicos, también por grandes oradores, presidentes, y se aplica a todo rubro.