Cambios de ritmo y compas
Los cambios de ritmo son exquisitos en lo que respecta a la dinámica de la obra. Hoy en día el compás más utilizado es el 4/4. Sin embargo, existen varias posibilidades alternativas, inclusive en una misma obra. Cabe destacar que existe el ritmo libre (o no pulsado) y el ritmo pulsado (controlado).
El ritmo libre podría ser por ejemplo el canto de los pájaros o el sonido del mar propiamente dicho en un capitulo anterior. Este puede ser utilizado de forma totalmente aleatoria y le agregara mucha riqueza a la improvisación, inclusive se pueden agregar sonidos que no se encuentran en el ambiente de ejecución como suelen ser pájaros, agua, lluvia, etc. También se puede aplicar esta misma técnica en el instrumento y enriquecerá la obra de igual manera. Se debe utilizar, como todas las herramientas mencionadas, minuciosamente y no al azar, (aunque... ¿porque no experimentar la aleatoriedad?).
Lo cierto es que en cierto punto es una herramienta más de cambio que finalmente enriquecerá la experiencia si se sabe aplicar. Esta, puede ser utilizada en una sección solista, en una introducción, en un final, etc.
El ritmo pulsado es el más utilizado, y sin embargo en la música globalizada occidental no suele escucharse ninguna variable en lo que a esto respecta. Existe un patrón cultural, el he podido apreciar, que asocia a África u oriente con patrones irregulares y a occidente y Europa occidental con patrones regulares. Cuando mencionamos a Europa occidental nos referimos desde el Barroco hacia la actualidad con el comienzo de la escritura en etapas históricas anteriores y finalmente la ornamentación barroca. Sin embargo, invito al lector a tratar de salirse del esquema y poder utilizar los diferentes compases de forma alternada ya sean binarios, ternarios, simples compuestos, etc.
Se debe respetar sin embargo que se posea un discurso, ya que sino generara cierta aleatoriedad que se debo advertir, suele generar desconfianza en el oyente o un sentido de “suena demasiado raro”.
Compases Aditivos:
Los compases aditivos, (por ejemplo 11/8 (3/8 +3/8 +3/8 +2/8) poseen ciertas acentuaciones dentro del mismo compas lo cual favorecerá a los cambios, nuevamente, si se sabe aplicar realmente se puede exprimir esta capacidad, y a medida que se adquiera mayor maduración se poseerá la concordancia entre el oyente e interprete, a modo que no resulte extraño. Se trata de formar un todo cuyas partes completen la obra y no la desequilibren por así decirlo, aunque ya sabemos que todo esto es subjetivo, si se pretende realizar una obra totalmente desequilibrada no hay nada de malo en ello, no hay buenos y malos.
Poliritmia:
Esta es una herramienta que permitirá establecer dos discursos propios al mismo tiempo, ambos con un sentido individual, conformando un todo.
Yo suelo utilizarlo muchísimo. Si bien en un comienzo, he recibido comentarios como “pensé que te estabas equivocando cuando tocabas”, siendo que yo me encontraba muy ilusionado con haber podido utilizar ambas manos con distintos ritmos en cada una, he logrado madurar este aspecto (y el día de hoy lo sigo madurando) para lograr que no resulte completamente extraño o como desacierto en el oyente, sino más bien como dos discursos que se complementan y dependen el uno del otro.
Un ejercicio muy simple que he utilizado casi a forma de broma con las personas que tocan el piano es el hecho de realizar una melodía o arpegio con la mano izquierda que sea de (3/4+ 4/4), es decir de 7/4, y en la derecha una melodía de 4/4, que conformen un discurso completo. Esto generara que se comiencen a desplazar las voces en el tiempo, comienzan juntas sin embargo al ser un patrón irregular en la mano izquierda generara un desplazamiento. Esto es aplicable a varias melodías y hasta la utilización del instrumento de forma rítmica, inclusive el piano llegando inclusive hasta tocar una nota sola en la mano izquierda y una melodía principal en la derecha, sin embargo, logrando poliritmia.
Una de las formas más fáciles de realizar poliritmia seria sobre un pulso comenzar a tocar una nota, luego dos, luego tres, etc. (dentro de un solo pulso y de forma regular, es decir parejas, sin que ninguna posea mayor duración que la otra).
Luego se procederá a realizar corcheas en la izquierda con el mismo ejercicio. Lo mismo se podrá aplicar a tresillos etc.
También se puede realizar una melodía que posea, por ejemplo, tres notas en la mano izquierda y dos en la derecha, y se observara su desplazamiento de igual manera. O porque no, utilizar acordes en la izquierda y melodía en la derecha que ambos sean polirítmicos. También dentro de este aspecto se desarrolla la polimetría sin embargo no nos detendremos más en esto.
Es importante recalcar que se debe tener suma importancia en la acentuación que se realizara al ejecutar el instrumento.